lyrics
Los olores, el ruido, tu mirada. Nada es igual,
Los recuerdos, se clavan como cuchillos.
La humedad, el vacío...
No es fácil enterrar el dolor, difícil saber qué duele más, si llorar de pena o de rabia.
Pero me levantaré, aunque no me quede piel en las manos, aunque me tiemblen la sangre y los dientes y mis huesos supliquen descanso, recuperaré todo el amor cosido a la ausencia, te soñaré muy fuerte hasta que todo estos salte por los aires.
¿Cuánto tiempo creéis que podréis escondernos?
Nuestras cenizas hace tiempo que conspiran, desatarán tormentas, arderán torres, os ahogaréis en los mismos pozos de dolor que un día horadasteis.
Desearéis que nunca nada sea eterno, salvo la tierra que os guarda.
Horas, duelen. Días, hieren. Años, lenta muerte.
Que la lucha nunca muera
Nos robaron las noches sin piedad
la luz de la luna y su candor,
y aquí dentro el fuego del colchón
me alumbra en esta fría oscuridad.
Qué queréis que hagamos con los malditos días?
Este jardín de piedra muerta jamás respira,
y desde este agujero de cemento y acero
ya no alcanzo a oler el mundo que recuerdo.
Nos golpeáis tan bajo
(Nos) azotáis tan hondo
Nos marcáis fuerte a hierro
Pero sabéis (que) nuestros corazones
no caerán
pues no sienten miedo
Hemos aprendido a no resignarnos, a convertir nuestro dolor en lo que nos une.
A lamernos las heridas y saber que lo que duele me recuerda que estoy vivx.
Ni todos vuestros muros ni todas esas vallas podrán con nuestro cariño.
Y al alba recogeré del suelo los pedazos de vida que me quedan, encontraré entre los escombros el mismo cielo que un día pisamos juntas. Tantas veces, por tanto tiempo.
Porque no existe distancia entre nuestros latidos ni cristales lo bastante anchos para apagar el calor que un día sembramos. Ese que nos mantiene vivas.
Porque esos muros que les protegen jamás podrán con nuestro cariño.
credits
license
all rights reserved